"Alberdi ofrece facetas loables y otras criticables. Las primeras merecen nuestra honra y estima. Las segundas, una visión que las contextualice y evite desmerecer lo magnífico de su obra", expresó el decano de la Facultad de Derecho de la UNT, José Luis Vázquez, quien anticipó que en esa casa se aprobó la creación de una "cátedra libre" sobre las ideas del prócer.
El funcionario sostuvo que "a partir de Alberdi, el valor de la libertad cobró contornos singulares: lo que hasta entonces no era más que una idea abstracta e ideal, con él adquiere fuerza propia y sentido práctico". También dijo que la Constitución de 1853 "plasmó gran parte de su ideario político: un PE fuerte, cuya fisonomía marcó el devenir de la historia argentina, hasta desembocar en el hiperpresidencialismo; un federalismo tenue, que él denominó mixto, con una clara tendencia centralizadora". Vázquez destacó que Alberdi haya ofrecido a Urquiza su "Bases..." para la carta magna.
Entre los puntos criticables, señaló que "su concepción de la participación política fue restringida: fiel a las ideas de su época, la democracia participativa le era ajena, y por eso se manifestó a favor del sufragio calificado, no sólo por motivos de instrucción sino también de género: la mujer no tenía la consideración política ni social que con el devenir de los tiempos se le asignó. En política demográfica, propició ampliamente la inmigración europea, en desmedro de la raza americana a la que consideraba, con un hondo y disvalioso prejuicio, no apta para la actividad industrial y productiva".